Información Sobre el programa PIPADI
El proyecto PIPADI nace con el fin último de reducir la mortalidad y accidentabilidad entre la población infantil.
Gracias a los esfuerzos de los últimos 20 -30 años llevados a cabo por los Estados miembros de la UE, los accidentes se han reducido y se ha mejorado en mucho la seguridad de los productos, pero a pesar de ello, los accidentes siguen siendo la principal causa de mortalidad y morbilidad entre niños y adolescentes.
Los niños sufren a menudo accidentes y a veces mueren como resultado de peligros de su entorno.
Hoy en día, se sabe que las lesiones constituyen unos de los problemas más importantes que afrontan los niños y adultos hasta la edad de 34 años. Una tercera parte del total de las muertes desde los 0 años hasta los 14 años es debido a lesiones, mientras que entre los adolescentes y jóvenes el número de muertes causadas por lesiones aumenta considerablemente a un 75% y 90% respectivamente. De hecho, las lesiones es una de las principales causas de muerte de personas y niños en todo el mundo, aunque lamentablemente, una proporción considerable de lesiones son tanto predecibles como preventivas.
Este proyecto actúa a nivel de prevención de los accidentes, promoción de diseños más seguros y concienciación de los ciudadanos ya que la accidentabilidad infantil:
- Afecta a un elevado porcentaje de la población
- Es de gran trascendencia
- Su vulnerabilidad puede resolverse mediante medidas concretas
- Es el momento oportuno para afrontar el problema
- Es relevante frente a otros problemas.
Actualmente mueren un 50% menos de niños por esta causa que en el año 1975. Estos datos, sin embargo, no pueden obviar el hecho que los accidentes sigan siendo un grave problema en nuestra sociedad y un asunto prioritario en las Agendas de los países occidentales. El desarrollo de los países industrializados con la electrificación y mecanización de los hogares, el aumento de los productos químicos para la limpieza, la proliferación de medicamentos, la gran cantidad de nuevos y variados artículos que entran en el hogar y el incremento de la práctica de actividades deportivas ha supuesto la introducción de nuevos riesgos de lesiones especialmente para los niños.
Por otra parte, las muertes y hospitalizaciones no son, desgraciadamente, el último escalón del problema ya que les queda para más adelante la convalecencia, los días perdidos de escuela y las secuelas que los accidentes les puedan ocasionar. En buena parte de los estudios revisados se hace referencia al elevado número de morbimortalidad que pueden producir los accidentes infantiles. Las estadísticas hablan de un 50% de los niños que sufren secuelas y de un 7% que precisan hospitalización. Tampoco podemos olvidar que de las consecuencias físicas también pueden derivarse síntomas de estrés post-traumático.
A todo ello cabe añadir la repercusión económica que todo el proceso conlleva a la familia, a la administración y a la sociedad en general.